Cultura

Opero en dos mundos: mi vida privada y esta cosa fantástica: Cumberbatch

Por: Juan Ibarra / La Jornada

Benedict Cumberbatch es polifacético. Tanto en su rango interpretativo como en la manera en que percibe su quehacer en la industria cinematográfica, existe un entendimiento amplio y variado del medio. Tal vez por eso el inglés ha realizado con éxito teatro, cine y televisión, además de incursionar en la radio y participar en ocasiones como narrador de documentales. Fue postulado por segunda vez a mejor actor protagonista en los premios Óscar, ahora por El poder del perro, y este año podrá ser visto en las pantallas grandes del mundo una vez más como Doctor Strange, uno de los personajes del Universo Cinematográfico Marvel (UCM).

Desde hace seis años la imagen de Doctor Strange y la de Benedict Cumberbatch son una sola. Mientras uno se dedicaba a salvar el mundo junto a los Vengadores, el otro se volvía cada vez más conocido en todos los rincones del planeta. “Supongo que opero en dos mundos diferentes: está mi vida privada, que es muy normal y te puedes identificar con ella, y esta clase de cosa ridícula y fantástica que hago como trabajo que está muy magnificada, es incómoda y está algo expuesta. Disfruto de ambas más o menos por igual, pero creo que después de esto voy a dejarle más tiempo a lo privado, seguro”, afirma en entrevista, a pocos días del estreno, mañana, de Doctor Strange en el multiverso de la locura (Doctor Strange in the Multiverse of Madness).

Para él, no es sorpresa ni carga seguir interpretando a un personaje basado en un cómic. Aunque desconocía el destino del hechicero en 2016, desde que se volvió Stephen Strange fue consciente de que el personaje y él permanecerían juntos mucho tiempo. “Tenía el presentimiento de que iba a ser muy útil para la fase cuatro del UCM. Así que hablé con Kevin (Faige, productor y presidente de Marvel Studios), porque soy como la audiencia, me gusta que me sorprendan. Me agrada que al leer el guion, o cuando me den una idea, reaccionar a ello, pero sí, sabía que no iba a ser un personaje de una vez”, rememora.

Lo que atrae a Benedict de su Doctor Strange, “no es tanto la carga de ser un superhéroe, me gusta mostrar a un personaje en sus momentos bajos. Creo que eso hace que te puedas identificar con esta gente extraordinaria: son humanos, frágiles, tienen debilidades, así como habilidades y fortalezas que todos disfrutamos en los cines”, señala el inglés.

Sin embargo, el gran aparato detrás de esas grandes producciones también implica cierta responsabilidad ante la enorme expectativa del público, que el actor ha sabido manejar e incluso aprovechar. “Lidias con una franquicia muy popular y un personaje popular dentro de ella, así que eso es su propio reto, que disfruto. Me gusta cumplir y sorprender, así como superar mis propias expectativas”, puntualiza Cumberbatch.

Por eso incluso para un actor egresado de la Academia de Música y Arte Dramático de Londres, como es Benedict, interpretar a un superhéroe implica esfuerzo y preparación. “Viene con paquete específico de retos; es más como un maratón, una cosa de poco a poco. Esperas mucho tiempo para hacer algo a cien millas por hora, hablando de nivel de intensidad, casi siempre por un corto periodo. Tienes que ser muy atlético y prepararte físicamente para los desafíos: ya sea trabajo de riesgo, peleas, y todo lo demás; en esta cinta principalmente correr, incluso más que en la primera. Es demasiado”, describe el actor.

Voluntad y ego

Por sí mismo, el personaje de Doctor Strange también ha mantenido el interés de Cumberbatch por personificarlo. “Creo que es el hecho de nunca haberlo visto en una situación real de control. Ahora está en una prueba de estrés, en una posición en la que se da cuenta de que en realidad no tiene el control de nada. Mientras en la primera película evolucionó de ser impulsado por el ego, alguien que hacía las cosas por carrera y prestigio, viviendo en su propia jaula de culpa, a un superhéroe que actúa por el bien mayor y el autosacrificio y todo lo demás, que es como la parte solitaria; él sigue haciendo las cosas con las mismas herramientas de la voluntad y el ego. Eso se pone a prueba en este episodio de su historia”, reflexiona el británico.

El hechicero superhéroe también posee características que agradan a Cumberbatch. “Hay algunos de sus atributos que me encanta interpretar: su narcisismo, su seco sentido del humor, no tomarse las cosas muy en serio, pero también su especie de sentido del propósito y su voluntad infatigable, digo, a veces esa es su peor enemiga, igual que su ego, pero también su mayor fortaleza, y puede que no sea el más fuerte pero se adapta, esa es la otra clave que me gusta interpretar de él, porque ves a alguien evolucionar, no es rígido”, detalla.

El trabajo de Cumberbatch fue reconocido dos veces este año: la primera como miembro del Paseo de la Fama de Hollywood, y la segunda para honrar su carrera en el Festival Internacional de Cine Santa Barbara. Ambos momentos sirvieron al actor para poner en perspectiva lo que ha logrado y hacer un balance. “He tenido un año extraordinario, en particular recientemente, he tenido algunos eventos que me han hecho mirar atrás en retrospectiva a lo que he hecho en los pasados 20 años, o algo así, de mi carrera en la actuación. Lo que ha sido notable, porque yo realmente no me pongo a hacer mucho en mi tiempo libre, soy muy familiar. No digo que esté revisando mi viejo catálogo, pero alguien decidió hacerlo para celebrar el momento”, relata satisfecho y ansioso por ver lo que habrá logrado en otras dos décadas.

Como Doctor Strange, Benedict ha conseguido impulsar su carrera a un nivel internacional; sin embargo, eso no implica que el británico haya dejado de interesarse por otras formas de hacer cine. “Me gusta moverme a los asuntos pequeños, o a papeles más basados en los personajes, que están a una escala mucho más pequeña, o a trabajos que tengan una integridad cultural diferente, y no veo que sean excluyentes, simplemente soy muy afortunado de ser capaz de hacer un amplio espectro en mi trabajo como actor, y en muchos medios. Así que sí, me encanta, espero que continúe, me mantiene evolucionando, espero, e interesado, entretenido y fresco”, afirma como conciliando dos formas de hacer películas.

Para Benedict Cumberbatch, mantener un balance en su vida es algo con lo que siempre está lidiando, tratando de saber qué es. “Creo que constantemente estoy averiguándolo, recalibrando con diferentes prioridades todo el tiempo, pero mi familia es lo primero, eso seguro”, concluye.

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