Mexicanos que ganan hasta tres salarios mínimos deducen menos y pagan más impuestos
Al no contar con el beneficio de deducibilidad como las empresas, los trabajadores mexicanos con sueldos de hasta tres salarios mínimos son quienes pagan mayor impuesto sobre la renta (ISR), en proporción con sus ingresos.
Personas que laboran en espacios como estéticas o que desempeñan oficios como meseros, albañiles u obreros, entre otros, no tienen acceso al retorno de ingresos como personas morales o las físicas con ingresos superiores a 90 mil pesos, indicó Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM.
«A la hora de pagar, resulta que quienes pagan más impuestos, quienes pagan más ISR, precisamente son las personas que perciben hasta tres salarios mínimos», señaló.
Por su parte, Carlos Burgoa Toledo, catedrático de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, apuntó que el sistema tributario mexicano, a diferencia del estadunidense, no considera la cantidad de dependientes económicos, con lo que se imposibilita hacer deducciones en función de gastos.
Menores ingresos, menos deducciones
La Ley del Impuesto Sobre la Renta establece que las personas físicas pueden hacer deducciones de gastos en servicios médicos, dentales, consultas sicológicas y de nutrición, que no son muy frecuentes entre las personas de menores ingresos, indicó Burgoa Toledo: “Las personas físicas empleadas no tienen muchas deducciones… como las personas morales, lo que es la cruda realidad”.
Personas que trabajan como albañiles o despachando gasolina, entre otros trabajadores, no deducen alimentos, vestimenta o gasolina, como sí lo hacen las personas morales o empresas, contrastó Martínez Cortés.
El especialista indicó que 70 por ciento de los afiliados al IMSS son trabajadores que tienen ingresos de hasta tres salarios mínimos, es decir 425 pesos al día. Personas físicas y morales que en contraste perciben ingresos de más de 90 mil pesos mensuales, tienen además la opción de recurrir a la deducibilidad, otorgada por la Cámara de Diputados.
En términos tributarios, dijo, las empresas que se nombran «socialmente responsables» no registran pérdidas, pues recurren a donaciones, apoyos a la juventud y otros beneficios otorgados a la comunidad como formas de acceso al beneficio de la deducibilidad.
