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Poniendo en contexto el hackeo a la Sedena

Por: Redacción La Jornada BC

Tijuana, 07 de octubre.- A raíz de los acontecimientos recientes relacionados con el robo de datos a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por un grupo de hacktivistas, el Dr. Jesús Pérez Caballero, investigador del Departamento de Estudios Culturales de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), nos comparte una reflexión acerca de los sucesos, la organización que orquestó el saqueo de información y lo que implica esta situación para el Estado mexicano como institución.  

De acuerdo con el Dr. Pérez, Guacamayas, el grupo responsable del ataque cibernético, basa sus preceptos ideológicos en la filosofía de John Zerzan y sus allegados. Dicha ideología considera que la única manera de vivir en una sociedad realmente libre es volviendo a las formas de convivencia que se daban en la prehistoria, sin jerarquías o complejos industriales, es decir, una sociedad sin instituciones de ningún tipo. Esto supone la eliminación del Estado con todas sus ramas y organismos.

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El ataque a la Sedena dobla en tamaño a otros robos de información, como lo fue Panama Papers, con un total de 2.6 terabytes robados, o Pandora Papers donde se sustrajeron 2.9 terabytes de documentos. En el caso de la Sedena se trata de la filtración de información 39 millones de páginas de Word o PDF; o 1.5 millones de fotos, o 3,000 horas de video.  El académico señala que, a diferencia de otros robos, no se tenía como objetivo un sector específico, como lo han sido las elites o dueños de grandes fortunas, en este caso de trata de un saqueo masivo de información sin algún tipo de selección previo.  

Dr. Jesús Pérez Caballero termina su reflexión de la siguiente manera:

“En el ataque a la Sedena, se ha logrado un impacto mediático a nivel de país, seguramente por la condición de México (país mayor que los anteriores, cercanía con EEUU), así como por aspectos como las polémicas por el espionaje de Pegasus, el debate sobre la militarización de la seguridad pública y el mismo rol del ejército mexicano en temas de diferente índole. Tal vez por eso, la filtración a la Sedena ha contado con la simpatía mediática y, en parte, poblacional: por haberse realizado contra una institución percibida como la que está acumulando más poder en el gobierno federal”.

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